Las hadas existen

lo que pasa es que solo las vemos en nuestro corazón.
Las vemos cuando el "adulto" que se metió en nuestra cabeza se quiere ir a pasear, y las deja a cargo. Entonces ahí las vemos. Es como esa sensación de querer volver a ser niños en muchos momentos. Bueno, cuando vemos las hadas, soñamos con nosotros mismos.